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Las redes sociales como herramientas para el aprendizaje colaborativo

8 Julio 2008 Estudios, Social Media


Anna García Sans
Universidad Andrés Bello (Chile)
Doctoranda UNED
Fecha: mayo de 2008

Síntesis: En este trabajo se pretende apostar por la importancia que tiene el aprendizaje colaborativo en el panorama actual de la educación, particularmente en la universidad, que es donde menos se está investigando sobre el uso de las TIC en el aula. Posteriormente, se describe el nuevo rol del profesor como guía para la generación de contenidos. Y se introduce en el mundo de las redes sociales como un apoyo a la docencia, fundamentalmente a través del aprendizaje colaborativo de los miembros de un grupo de trabajo en Facebook. Nos hemos centrado en los aspectos prácticos de la herramienta a través de una experiencia real con alumnos de Periodismo de segundo año de la carrera de Periodismo en la Universidad Andrés Bello (Chile).

Descriptores: Redes sociales, Facebook, aprendizaje colaborativo, Web 2.0, aplicación práctica, educación superior.

Áreas de conocimiento: Aplicaciones prácticas de la Web 2.0, TIC y Educación.

1. ¿Podemos aprender colaborando?

Desde la perspectiva de la organización escolar, se denomina aprendizaje colaborativo al intercambio y desarrollo del conocimiento en el seno de pequeños grupos de iguales, encaminados a la consecución de objetivos académicos. (Martín-Moreno, 2004: 1).

Nosotros partimos de la base de que la colaboración no es el único camino para la adquisición de conocimientos, pero sin duda, como seres sociales que somos, es una ventaja para el aprendizaje, como las que menciona Martín-Moreno (2004: 1):

  • El aprendizaje colaborativo incrementa la motivación de todos los integrantes del grupo hacia los objetivos y contenidos del aprendizaje.
  • El aprendizaje que consigue cada individuo del grupo incrementa el aprendizaje del grupo y sus integrantes alcanzan mayores niveles de rendimiento académico.
  • Favorece una mayor retención de lo aprendido.
  • Promueve el pensamiento crítico (análisis, síntesis y evaluación de los conceptos), al dar oportunidades a sus integrantes de debatir los contenidos objeto de su aprendizaje.
  • La diversidad de conocimientos y experiencias del grupo contribuye positivamente al proceso de aprendizaje, al tiempo que reduce la ansiedad que provocan las situaciones individuales de resolución de problemas.

Con la irrupción de las nuevas tecnologías, especialmente las relacionadas con la Web 2.0, la educación ha sido una de las disciplinas más beneficiadas (Cobo y Romaní, 2007: 101). Ha favorecido esencialmente el trabajo en grupo, la colaboración entre pares. Y aunque las aplicaciones son cada vez más sencillas de utilizar, y nuestros alumnos ya son nativos digitales, es necesario darles una formación en términos de alfabetización digital. Es probable que nos encontremos con estudiantes expertos en sociabilizar a través de Facebook y conocedores al máximo de los videos que se suben a YouTube, pero no son tantos los que saben reconocer el fenómeno social que se esconde detrás de cada aplicación, ni de las posibilidades formativas que éstas tienen.

1.1 El nuevo rol del profesor para el nuevo rol del alumno

Ante el nuevo panorama social en el que estamos inmersos por la revolución digital de la Web, cambian las estrategias de enseñanza y en consecuencia, también los roles de profesor y alumnos.

El profesor, en lugar de suministrar conocimientos, participa en el proceso de generar conocimiento junto con el estudiante; de forma construida y compartida. Desde esta posición, se entiende claramente que los procesos centrales del aprendizaje son los procesos de organización y comprensión del material informativo, ya que el aprendizaje es el resultado de la interpretación o transformación de los materiales de conocimiento. El estudiante tiene aquí un papel esencialmente activo, convirtiéndose en el verdadero protagonista del aprendizaje (Beltrán, 1996: 20).

Resulta, por lo tanto, fundamental el rol del profesor como guía, como un gestor de la información que posteriormente se transformará en conocimiento, después de haberlo compartido, transferido y gestionado con destreza. Y paralelamente, el estudiante se vuelve un ser más autónomo y autosuficiente, que construye sus propios conocimientos. El profesor ahora tiene la labor de ayudarle a aprender.

Según Collazos, Guerrero y Vergara (2001: 3), los estudiantes que estén comprometidos en el proceso de aprendizaje tienen las siguientes características:

  • responsables por el aprendizaje
  • motivados por el aprendizaje
  • colaborativos
  • estratégicos

Estas características, junto con el nuevo rol de profesor, son las que favorecerán que la educación sea para toda la vida. Para ello también es importante la participación activa en el proceso de enseñanza-aprendizaje de todos sus actores, de manera activa e interrelacionada, es decir: profesoralumno, alumno-alumno, profesor-profesor.

“Las últimas tendencias en educación propugnan el trabajo en grupo como metodología predominante, en la cual los alumnos son los protagonistas del trabajo en el aula. La interacción que se produce en el aula no sólo es la de profesor-grupo. Es fundamental también tener en cuenta la interacción entre el alumno y el profesor y la de los alumnos entre sí. En múltiples ocasiones los estudiantes aprenden más de sus compañeros (del compañero experto) que del propio profesor.” (Santamaría, 2005: 2)

Sin embargo, existen algunos temores de los profesores a la hora de trabajar de manera colaborativa en el aula asumiendo su nuevo rol de guía y orientador. Collazos, Guerrero y Vergara (2001: 4) mencionan algunos de ellos: pérdida de control en la clase, falta de preparación por parte de los profesores, miedo a no poder entregar toda la información con respecto a unos contenidos, falta de material, ego del profesor, resistencia de los alumnos al trabajo en grupo, falta de familiaridad con algunas técnicas del proceso colaborativo.

El aprovechamiento de las herramientas que nos brinda la Web 2.0, plataformas gratuitas y accesibles, resulta una ventaja altamente competitiva para trabajar de forma colaborativa en el aula, favoreciendo la motivación y el interés de los alumnos por su propio aprendizaje.

1.2. Aprender colaborando en la universidad

Actualmente, la mayoría de las propuestas en términos de Tecnologías de la Información y la Comunicación en el aula se están desarrollando en el ámbito de la educación primaria y secundaria. Pero todavía falta mucho por hacer en el sector de la educación superior.

Además de la poca investigación que existe al respecto, se percibe un cierto recelo por parte de los profesores hacia la tecnología utilizada por los estudiantes (sms, chat, Facebook, YouTube), ya que la sienten como un elemento perjudicial para el flujo natural de la enseñanza tradicional (Handley, Wilson, Peterson, Brown, Ptzaszynksi, 2007: 1).

En este sentido cabe preguntarse qué tipo de ventajas reporta la cooperación en el ámbito universitario y si éstas pueden compensar los posibles inconvenientes.

Organizar nuestro trabajo, compartir información, crear, aumentar y actualizar nuestro conocimiento, mejorar la calidad de la enseñanza, mejorar el proceso de aprendizaje, prepararse para un futuro laboral, etc. , pueden ser algunas de las razones que nos impulsen a trabajar de forma cooperativa (Bauerová y Sein-Echaulce, 2007: 70).

En la misma línea, Onrubia (2007: 22) hace hincapié en el hecho de que la mejora de la docencia universitaria con las TIC depende más del uso efectivo que los profesores y estudiantes realicen en las aulas, que de la cantidad o complejidad de la tecnología en sí. Lo primordial, por tanto, es definir con claridad una enseñanza universitaria de calidad, en lo que a la práctica docente se refiere.

Badia (2005: 81) propone una serie de competencias comunicativas y fases para el desarrollo eficiente del proceso colaborativo en el aula

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El objetivo final la cooperación en la universidad no es otro que el de lograr la construcción del conocimiento avanzado en un entorno colaborativo.

2. ¿Qué son las redes sociales?

Las redes sociales como Facebook han aumentado considerablemente su popularidad en los últimos años. Forman parte de la ya tan nombrada Web 2.0, como un tipo de aplicación más entre las miles que pueblan la red.

Según Cobo y Romaní (2007: 13), las redes sociales describen “todas aquellas herramientas diseñadas para la creación de espacios que promuevan o faciliten la conformación de comunidades e instancias de intercambio social”. Los nombres que más suenan son MySpace, Facebook, Bebo, LinkedIn, Algunas son de uso genérico y otras están especializadas, pero el elemento integrador y esencial de todas ellas son los usuarios, sus grandes protagonistas, que son quienes van engrosando con sus contenidos (textos, fotos, videos…) las redes a las que pertenecen. En ningún caso hay que perder de vista que sólo con más usuarios, y siendo éstos cada vez más activos, tienen sentido las Webs 2.0 (Nafría, 2007: 113).

O’Reilly, quien sentó las bases de lo que vendrían a llamarse Web 2.0, habla de la existencia de una “arquitectura de participación” implícita, algo así como una ética de colaboración entre los usuarios, donde se favorece y potencia la cooperación y el intercambio. Desde un punto de vista mediático, desaparece el paradigma clásico de la comunicación emisor-mensaje-receptor, con un leve feedback por parte de este último, y el receptor pasa a ser este usuario activo que genera los contenidos de la red. “Con la Web 2.0 las cosas han cambiado, y mucho. De hecho, haber convertido al usuario en el rey de Internet es posiblemente la característica más importante y más definitoria de la Web 2.0” (Nafría, 2007: 119). Hay quienes definen la Web como una gran conversación (Dan Gillmor). Quizás el ejemplo más claro de la Web como conversación, sea el espacio que ocupan las redes sociales.

Según Fumero y Roca (2007: 16), “la gestión online de las redes sociales ofrece una serie de funcionalidades, asociadas a servicios básicos de comunicación y presencia, que han logrado convertirla en un fenómeno en sí misma”. A partir de un estudio realizado por Seomoz3 (2007), organización mundial sobre posicionamiento Web, mostramos unas cifras a nivel mundial que hablan por sí mismas:

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Las redes sociales se han convertido en poderosos lugares de interacción entre grupos sociales, algunos cada vez más especializados, donde es posible ir conociendo gente que comparta los mismos intereses. Esto se debe precisamente gracias a la Web 2.0, y su acento en lo social, porque se ha favorecido la conformación de comunidades virtuales y redes de colaboración entre pares. (Cobo y Romaní, 2007: 84).

2.1. Facebook

Facebook es la segunda red social más grande del mundo, después de MySpace.

Primero tuvo mucha relevancia en el entorno angloparlante, fundamentalmente en Estados Unidos, pero día a día se ha ido haciendo con una comunidad mucho más amplia.

Facebook se define a sí misma como “una herramienta social que te conecta con personas a tu alrededor”.

Esta red social fue creada por Mark Zuckerber, estudiante de la universidad de Harvard junto con unos compañeros en febrero del 2004, con el objetivo de crear una comunidad para las universidades estadounidenses.

Con el tiempo ha ido extendiéndose a lo largo y ancho del planeta, sin cerrarse al ámbito académico.

Un factor de éxito de Facebook es la protección y seguridad que ofrece a los usuarios que se registran en la red social.

Por ejemplo, para formar parte de la red de la Universidad Andrés Bello es necesario que la persona posea un correo identificado por la misma institución, es decir, nombre@unadresbello.edu o nombre@unab.cl.

A la hora de ingresar en el sistema, basta con introducir una cuenta de email y una contraseña.

Y a partir de ahí, Facebook empieza a trabajar como red, ofreciendo la posibilidad de incluir como “amigos” a todo aquel que esté en nuestra lista de contactos y que ya tenga Facebook, al igual que nos incita a ofrecer Facebook para aquellos que aún no lo tienen.

Posteriormente, las “solicitudes” de activación de aplicaciones llegan al perfil de usuario a través de la invitación de los amigos: causas sociales a las que apoyar, juegos, regalos, eventos, películas favoritas, etc., Resulta difícil no estar al día de las novedades que ofrece la red.

Por si fuera poco, cuando entramos en nuestro Facebook, tenemos por delante un historial con las últimas acciones realizadas por nuestros contactos.

Si no nos resulta suficiente la información brindada de antemano, también existe la opción de pinchar en el nombre de un contacto para ver su perfil y saber más de él, o bien podemos buscar aplicaciones para incluir en nuestro perfil, encontrar más amigos a partir de amigos o a través del buscador.

En el perfil básico de cada usuario aparece una foto, los datos relevantes (nombre, ciudad, edad, e-mail, redes a las que pertenece, amigos), un muro de comunicación, e información sobre las últimas acciones realizadas (“mininoticias” o “mini-feed”).

Son precisamente estas acciones, otra de las ventajas competitivas de Facebook, ya que antes los usuarios debían realizarlas de forma dispersa por la Web, y con Facebook las tienen integradas en una sola plataforma, incorporadas en su perfil. Citamos algunas de ellas:

  • Enviar mensajes privados (como una acción de e-mail).
  • Postear públicamente en el muro del propio usuario o en el de un amigo (como en los blogs a través de entradas y comentarios), a través de un sistema de comunicación asíncrona (intercambios “muro a muro” o “wall to wall”)
  • Chatear (comunicación sincrónica) – Crear una página referida a una URL externa, con posibilidad de escribir comentarios, organizar eventos de eventos relativos, tener seguidores de la página, etc.
  • Colocar un lector de RSS para enlazar contenidos actualizados de blogs y noticias.
  • Bloguear desde Facebook con BlogIT, al igual que actualizar nuestros perfiles de Twitter.
  • Creación de grupos de trabajos – Participar en comunidades de fans, etc.

Por otra parte, gracias a su sistema de código abierto (desde mayo 2007), donde los desarrolladores pueden crear aplicaciones para este espacio virtual, el número de acciones a realizar en la red sigue ampliándose.

Y uno de los ámbitos donde podemos desarrollar el potencial de esta red social es en el educativo, porque Facebook es un espacio colaborativo. (Handley, Wilson, Peterson, Brown, Ptzaszynksi, 2007: 2) con un fuerte acento en lo social, sello distintivo de las aplicaciones 2.0 (Cobo y Romaní, 2007: 62).

Facebook nos brinda, por tanto, la posibilidad de conectar estudiantes entre sí en redes de aprendizaje colaborativo (Selwyn, 2007: 3).

3. Las redes sociales como herramientas de cooperación: creación de grupos en Facebook

Dos son los aspectos que más hay que destacar de la red social a la hora de trabajar de manera cooperativa: el grado de implicación de los alumnos en la red y la posibilidad de crear grupos cerrados de trabajo.

La socialización es un factor que ha cobrado una sustancial importancia con el desarrollo de la Web 2.0.

Si antes primaba la información en la red, hoy son las conexiones entre usuarios, el elemento sobre el cual gira todo el funcionamiento de la Web. La colaboración, más que nunca, es común entre los estudiantes. “Los recursos en línea de la Web 2.0, además de ser herramientas que optimizan la gestión de la información, se convierten en instrumentos que favorecen la conformación de redes de innovación y generación de conocimientos basadas en la reciprocidad y la cooperación” (Cobo y Romaní, 2007: 103).

Por otra parte, a la hora de plantear experiencias de aprendizaje colaborativo en el aula, con un determinado grupo de alumnos, es necesario detenerse a pensar en la idoneidad del recurso que como docentes, vamos a proponer como herramienta de trabajo. En nuestro caso, resultó muy sencilla la elección ya que el 90% de nuestros alumnos no sólo tenía Facebook, sino que además era incondicional de esta red social

Con este punto de partida, se conformó un grupo de trabajo con el mismo nombre de la asignatura en la cual íbamos a trabajar con Facebook: Internet 3. Facebook ofrece la posibilidad de crear grupos abiertos o cerrados, dependiendo de los objetivos de su administrador. Para nuestros fines de trabajo en un aula, decidimos configurar el grupo como cerrado. De este modo, sólo a través de invitaciones por parte del administrador, los usuarios pueden ser integrantes del grupo. Este tipo de grupos pueden ser utilizados para colaborar en proyectos universitarios, y proporcionar un camino para tener discusiones cerradas (Yadav , 2006). También existe la opción de hacer que el grupo no pueda ser visto por nadie, salvo por sus integrantes, pero desde nuestro punto de vista, sí era una buena opción que otras personas pudieran ver el grupo, y en consecuencia, el trabajo realizado por los alumnos.

Como experiencia piloto, todas las actividades realizadas en el grupo formaban parte del apoyo a otros trabajos que eran demasiado complejos para ser insertos en la red.

A la hora de trabajar con los grupos, siempre seguimos una pauta con todas las tareas: dejar bien claros los objetivos, presentación y organización del contenido, apoyo técnico y evaluación.

3.1. Creación de grupos en Facebook

Una vez creado un grupo de trabajo de tipo académico, tenemos una serie de opciones para diseñar un plan de actividades a desarrollar con los alumnos.

Veamos una por una las acciones que se pueden realizar en el grupo:

  • Envío de mensajes al grupo completo: esta opción es muy útil para notificar avisos importantes al grupo, como la modificación de una fecha de entrega de un trabajo, un día feriado, etc.
  • Información del grupo: en este panel es dónde configuramos las condiciones del grupo y aquellas aplicaciones que serán utilizadas.
    • Nombre del grupo y descripción.
    • Tipo de grupo: grupo académico.
    • Mail de contacto.
    • Foto del grupo: imagen o logo que va a identificar al grupo.
    • URL: aquí es interesante colocar el edublog de apoyo.
    • Tipo de acceso: como mencionamos anteriormente, nosotros elegimos un grupo privado, que es visible para el resto pero en el cual no puede ingresar nadie que no haya recibido la invitación del administrador.
    • Edición de miembros: podemos designar personas que sean a su vez administradores para que después también sean ellas quienes propongan temas en el foro, y moderen sus comentarios.
  • Fotos: fotos del grupo, imágenes y capturas de trabajos realizados por ellos. Además pueden elegir fotos que los alumnos ya tengan en sus perfiles.
  • Videos: esta opción permite subir videos (los podemos incluso grabar con nuestra cámara de fotos) de trabajos al igual que tutoriales de alguna clase. Además se puede grabar directamente desde Facebook a través de una webcam, algo que resulta idóneo para grabar un tema expuesto, una presentación por parte de los alumnos frente al resto del grupo, etc.
  • Publicación de artículos relacionados a vínculos, con posibilidad de ser comentados.
  • Foro de discusión: sólo el administrador propone temas, que los alumnos responden con sus opiniones y reflexiones.
  • Muro: espacio abierto para que los alumnos puedan “conversar” entre ellos de manera asíncrona. Es como el “café” de Moodle.
  • Otros: o Compartir el grupo para darse a conocer.
    • Realización de invitaciones a otros miembros.
  • Crear un evento: ésta es una buena opción para invitar a los alumnos a alguna conferencia que tenga lugar en la universidad, una charla profesional, el lanzamiento de un libro o un seminario que les pueda interesar.
  • Como extra se podría usar el Chat, para resolver dudas fuera del aula, o debatir un tema concreto.

El desarrollo eficiente y bien coordinado de las opciones que tenemos en los grupos de Facebook, nos permitirá abrir una puerta al aprendizaje colaborativo.

Recordemos, en palabras de Martín-Moreno (2004: 2), que “el aprendizaje colaborativo implica la interacción entre iguales para la construcción del conocimiento, lo que da lugar a la constitución de redes de aprendizaje”.

3.2. Una experiencia real como apoyo a la docencia

El grupo con el cual se ha desarrollado esta experiencia colaborativa en el aula estaba formado por treinta y tres alumnos de segundo año de la carrera de Periodismo de la Universidad Andrés Bello, en Chile, en el transcurso de la asignatura taller Internet III. Como parte del plan de estudios de la carrera, existen seis asignaturas semestrales de Internet donde se forma a los alumnos en conceptualizar Internet como medio de comunicación y el desarrollo de proyectos digitales. Para ello, las clases se imparten en salas con un ordenador por alumno conectado a la red. Por lo tanto, las condiciones del aula son idóneas para el trabajo colaborativo de forma presencial.

Es importante recordar en este punto, que los espacios de colaboración deben generarse en el aula. No basta con crear un grupo de trabajo virtual. Facebook no es más que una herramienta tecnológica al servicio de personas. Volviendo a las palabras de O’Reilly, la Web 2.0 es más una actitud que una tecnología. Y para realizar un trabajo colaborativo de calidad, se encuentra la asunción de que los alumnos que conforman el grupo tienen responsabilidad, no sólo sobre su propio aprendizaje, sino también sobre el aprendizaje del resto de los integrantes del grupo (Martín-Moreno, 2004: 2).

En este sentido, se organizaron equipos de trabajo de cuatro integrantes cada uno, con rotación de roles para la participación en Facebook. Todas las tareas desarrolladas durante el semestre tenían un paralelo en la red social como apoyo de valor añadido, para la mejora del aprendizaje de todos. El rol del profesor era el de guía de proyectos, dando pautas de trabajo a los alumnos y proponiendo tareas de interacción en la red social.

De este modo, se inició el trabajo grupal con la elección de la imagen corporativa del grupo, diseñada por los propios alumnos. Este pequeño detalle, es otra forma de fortalecer la pertenencia al grupo. En lugar de explicar todas las acciones que se podían desarrollar en el grupo de Facebook, fuimos diseñando actividades utilizando las diversas aplicaciones de la red, a modo de ir familiarizando con el entorno y no abrumar con exceso de información sin contenidos.

Mostramos a continuación nuestra experiencia con el desarrollo de las actividades realizadas en clase a través de las aplicaciones de los grupos de trabajo de Facebook como apoyo a los proyectos de la asignatura.

Foro: Esta fue la herramienta más utilizada para dar el peso de la reflexión y el pensamiento crítico que debe tener todo estudiante universitario. Para muchos de los contenidos esenciales del temario de la asignatura, se propusieron temas que acompañaban a tareas más complejas, como las conclusiones de un informe sobre aplicaciones 2.0 o la opinión sobre el nuevo escritorio virtual de la Universidad. Fue una buena idea para fomentar en ellos el poder de síntesis, aptitud esencial para todo periodista. También se pretendió generar debate entre los propios compañeros. El foro, en general, fue utilizado para dejar impresiones y reflexiones en torno a temas de investigación teórica.

Artículos: Cuando los alumnos se vieron enfrentados a participar como periodistas ciudadanos, tuvieron que publicar las URL de sus experiencias en esta aplicación junto con un comentario que explicase el proceso vivido. En este punto se evaluó tanto la idoneidad de los medios elegidos así como la dificultad que entrañaba lograr una publicación, y el comentario dejado junto a la URL. Al finalizar el semestre se pretende publicar la URL del sitio web grupal que estamos creando como proyecto final, donde los alumnos organizados por equipos, están desarrollando una sección del sitio bajo un tema elegido por ellos. Se trata de que evalúen y opinen con sentido crítico el proyecto desarrollado por los compañeros.

Eventos: A raíz de una charla profesional organizada por la misma Carrera, se organizó un evento con Facebook para invitar a participar a los alumnos. Lo primero que tuvieron que hacer antes del evento era confirmar su asistencia a través de la invitación realizada con Facebook. Se organizaron en grupos de trabajo para dividirse las tareas de reporteo: unos fueron los encargados de tomar fotos para después publicarlas en la página del evento, otros grabaron unos videos y los subieron, y otros equipos tenían la misión de dejar su opinión crítica en el muro. Sorpresivamente para nosotros, causó gran entusiasmo la invitación realizada a través de este medio, ya que antes de saber la tarea, los alumnos empezaron a preguntar acerca del evento que se aproximaba.

Videos: Los alumnos disfrutaron esta herramienta por encima de las otras. No es menor el hecho de que estamos ante estudiantes de Periodismo, y todavía el medio televisivo cuenta con el favoritismo de todos ellos. Además de los videos que subieron para el evento, tuvieron que realizar un reportaje tanto escrito como audiovisual para sus proyectos de sito web. En el grupo de Facebook publicaron los videos.

Fotos: Una de las actividades que se realizó con esta aplicación fue la captura de pantalla de los prototipos que estaban diseñando para sus sitios web, como una manera de fortalecer el avance de un proyecto que iba a durar gran parte del semestre. Además, como docentes, realizamos diversos comentarios y sugerencias sobre las ideas que los alumnos estaban proponiendo para sus proyectos.

Chat: Esta fue la herramienta que menos se utilizó durante el curso, pues si bien parece cómoda y sencilla, los alumnos todavía sienten cierta timidez y recelo a comunicarse de esta manera con el profesor. Resultaron mucho más efectivas las comunicaciones establecidas a través del muro. En todo caso, se propuso en alguna ocasión para resolver dudas antes de las evaluaciones teóricas, estableciendo una hora de contacto con los alumnos para comunicarme de forma sincrónica, y no demorar las inquietudes que les podían surgir.

En casi todas las actividades se fomentó que los alumnos comentaran sobre las acciones realizadas por los otros compañeros, sobre todo para incentivar el interés y que realmente leyeran y/o vieran aquellas cosas que se habían subido al grupo de trabajo.

Por otra parte, también se desarrollaron actividades que no eran motivo de evaluación, sino para fortalecer los lazos de unión del grupo y mantenerlo motivado, como la animación del muro de conversación, a través de mensajes más coloquiales, fotos de los integrantes del grupo, etc.

Desde el primer momento, como profesor-guía de la asignatura, se les dejó bien claro que Facebook era el apoyo del trabajo en el aula, y que los contenidos que los alumnos generaran formaban parte del aprendizaje.

El profesor ya no era el único que exponía, sino los que ellos mismos iban generando los contenidos de la asignatura como grupo, a través de la interacción entre todos con el uso de la plataforma elegida.

Realmente la creación de grupos de trabajo con Facebook es una tarea fácil, que no requiere inversión, ni es necesario ser informático para implementarlos. El reto viene de la parte de la buena coordinación de los equipos de trabajo y la motivación de los alumnos para que se sientan parte del grupo y participen de manera activa y provechosa. Antes ya mencionábamos la ventaja de que Facebook, al menos en Chile, está en la línea de las acciones que los propios jóvenes realizan día a día, sin ser necesaria una excesiva alfabetización digital al respecto del uso de la red social.

Algunos ya han llegado a afirmar que Facebook tiene la capacidad para cambiar radicalmente el sistema educativo, motivando mejor a los alumnos (Ziegler, 2007: 69).

5. Conclusiones

Con este trabajo no queremos dejar la impresión de que Facebook es la única o la mejor herramienta para el trabajo colaborativo en el aula. Gracias al avance de las tecnologías, y en concreto con el desarrollo de la Web 2.0, existen muchas aplicaciones para poder implementar las TIC en el aula y fomentar el aprendizaje colaborativo. Nosotros nos hemos basado en las características de los grupos de Facebook y en la popularidad que tiene esta red social entre los jóvenes, para que fuera una innovación exitosa en el aula.

Hemos visto cómo el rol del profesor debe ser el de un guía y coordinador de tareas en el entorno de la clase, a la vez que un experto en manejar adecuadamente las competencias de aprendizaje colaborativo y el dominio de entornos 2.0.

Sin embargo, para que el aprendizaje colaborativo sea exitoso es fundamental que se den las condiciones idóneas: recursos tecnológicos, posibilidad de interacción entre los sus usuarios, objetivos similares. Por otra parte, también es fundamental saber enseñar a los alumnos a trabajar en equipo, algo que además les será esencial en su futuro profesional.

“Necesitamos proveer a nuestros estudiantes con colaboraciones duraderas y herramientas de gestión intelectual que les sirvan para su proceso de aprendizaje para la vida” (Handley, Wilson, Peterson, Brown, Ptzaszynksi, 2007: 2) Las TIC, por sus características, pueden, y deberían, contribuir a un cambio en el modelo tradicional de enseñanza-aprendizaje.

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